De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), institución londinense que se encarga de revisar diversos aspectos empresariales en economías de todo el mundo, son las emprendedoras —principalmente las de países en vías de desarrollo— las que requieren de mayor acompañamiento tanto gubernamental como de la iniciativa privada.
Los datos arrojados por el Informe de Emprendimiento de Mujeres 2021, del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que tiene su sede en Londres, Inglaterra, reafirman una verdad bien conocida: el emprendimiento femenino es el más complicado.
Según la información del reporte, las mujeres de países de ingresos bajos suelen iniciar emprendimientos pequeños, negocios enfocados en mercados locales que tienen bajas opciones de crecimiento. El GEM destacó también que el 37 por ciento de las mujeres en países en desarrollo aspiran a emprender, un porcentaje alto si se compara con el 14 por ciento de los países con ingresos económicos altos. Es decir, la necesidad motiva el emprendimiento, aunque este no genere grandes flujos económicos.
Por lo anterior, se generaron algunas recomendaciones para ayudar a afianzar la presencia femenina en el ámbito empresarial, en distintos niveles.
Apoya a empresarias
Tanto instituciones de gobierno como la iniciativa privada deben impulsar el espíritu emprendedor de las mujeres. Es importante generar programas que las asesoren y acompañen desde etapas tempranas así como a los negocios, liderados por mujeres, que prometen un alto impacto.
Políticas de apoyo
Impulsar el espíritu empresarial y el empoderamiento económico de las mujeres requiere soluciones sistémicas, por lo que los programas de apoyo deberían utilizar un enfoque de ecosistemas. Una opción sería vincular las reformas normativas, legales y reglamentarias con inversiones públicas y privadas para ampliar el acceso al capital, los mercados, las redes y la información.
Abrir brecha
Hay sectores tradicionalmente masculinos que evitan sistemáticamente la existencia de mayores oportunidades de crecimiento para mujeres. Por ello es importante promover la capacitación, la incubación y la aceleración de empresas dirigidas por mujeres en sectores que siempre han sido dominados por hombres.
Mujeres inversionistas
Las mujeres inversoras son más propensas a invertir en mujeres empresarias, promover su participación en el mercado de financiamiento —ya sea en aceleradores e incubadoras, fondos de capital de riesgo y de capital privado o bancos— marcará la diferencia para las empresarias en los mercados emergentes.
En el reporte también se indica: “ Aumentar la tasa de actividad emprendedora de la población femenina, de manera que esté más cerca al nivel de la de los hombres, aumentaría sustancialmente el número de nuevos negocios en muchas economías, lo que proporcionaría nuevos empleos y oportunidades de ingresos, principalmente para quienes más lo necesitan”.
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