TATIANA CALDERÓN
En el radar de los deportes de motor, difícilmente aparecen mujeres. De entre los 800 participantes en la Fórmula 1, tan sólo cinco son de este género y ninguna latinoamericana. Por los grandes resultados en la trayectoria de Tatiana Calderón, las miradas de todos, especialmente en su natal Colombia, están puestas sobre ella.
La seguridad que los grandes resultados le han conferido hacen de esta joven piloto de 26 años no una promesa femenina del automovilismo, sino una realidad que se acelera hacia las grandes ligas de las carreras. Su objetivo no sólo es personal, implica una revolución y un ejemplo de cómo las mujeres pueden tener un lugar bajo los reflectores —y sobre los podium— en espacios que son considerados esencialmente masculinos. Tatiana también es un ejemplo de la emancipación de su género.
Su proceso, aunque no ha sido fácil, muestra que las mujeres, en cualquier rubro, pueden hacer cosas extraordinarias pese a los estigmas. Es también un ejemplo de perseverancia y claridad en sus objetivos, a los que se aferra tal como lo hace con el volante.
UNA META EN LA MIRA
Mejores Prácticas: ¿Cuántas mujeres hay en este deporte?
Tatiana Calderón: Las puedes contar con los dedos de las manos, son muy pocas en la escalera que es donde estoy yo, en f3, f2 y f1 y en otras categorías y disciplinas hay un par, pero son muy pocas.
MP: ¿Cómo fue tu acercamiento a este deporte?
TC: Yo empecé porque había una pista go kart por mi casa; mi hermana y yo fuimos y compramos un turno de 5 minutos y nos encantó. Iba a ahí después del colegio con ella, comencé a ganar algunas de las carreras que se hacían por la noche, y era justo cuando Juan Pablo Montoya iba llegando a la Fórmula 1, de ahí salió el sueño de llegar a ese nivel.
MP: ¿Desde niña te llamó la atención este deporte?
TC: Siempre me han encantado los deportes, tuve que elegir entre tenis y automovilismo, golf, equitación, fútbol. Soñaba con ser deportista de alto rendimiento desde muy joven; cuando probé los karts encontré lo que realmente estaba buscando: la adrenalina, la velocidad. Encontré mi verdadera pasión ahí.
MP: ¿Pesó mucho la cuestión de género para desarrollarte en este ambiente?
TC: Sinceramente al principio no. Soy muy afortunada de que mis padres nunca vieron mal que estuviera en un deporte considerado sólo de hombres. Mientras he ido subiendo en las categorías ha habido barreras que he tenido que derribar por el hecho de ser mujer. Siempre tienen la duda de si estás bien físicamente, si mentalmente vas a poder, pues hace más de 41 años que una mujer no destaca en este deporte. En la pista es peor porque ninguno quiere estar atrás de una mujer. Saludan antes de que empiecen las prácticas, pero una vez que los adelantas no te vuelven a saludar.
MP: ¿Cuál es el mayor reto que has enfrentado como corredora?
TC: Yo creo que es ganarse la credibilidad una y otra vez, porque incluso cuando lo haces muy bien, la gente aún duda. Luchas constantemente; es cambiar una percepción que está muy arraigada en la cultura. Es importante ver que no se trata de género sino de habilidad, y es un deporte donde hombres y mujeres podemos competir mano a mano y eso lo hace más difícil.
MP: ¿Cuál es tu compromiso con el avance en la popularización de la F1?
TC: En nuestra región, gracias al gran premio de México se han abierto posibilidades para que la gente siga interesándose en la F1. Hacia las mujeres, que vean que hay la opción de competir mano a mano, que hay mujeres mecánicas, ingenieras, líderes de equipo que son una opción para completar, es lo importante para las generaciones que nos siguen.
MP: ¿Cuáles han sido las carreras que más te han emocionado?
TC: GP3, la corrí el año pasado y es de las mejores carreras que he hecho. Fue en un podio World Series FV8 3.5, que son los carros más parecidos a la F1 y de donde han salido muchos corredores. Fue una carrera muy importante para mantenerme en el equipo. He ganado varios campeonatos en cartismo y he sido la única mujer que ha hecho podio F3 Británica; estar ahí arriba es ejemplo de que sí se puede; de que uno está haciendo las cosas bien.
MP: ¿Cuáles son tus planes a mediano plazo?
TC: Este año nos gustaría hacer la F2, antesala de la F1 y prerrequisito para poder competir en ella. Nunca una mujer ha hecho esta carrera en toda la historia, sería la primera.
MP: ¿Cuál es tu concepto de trabajo duro?
TC: En el trabajo hay áreas que te gustan más o menos que otras, pero al final es sacar la motivación para hacer lo que no te gusta tanto, con tal de conseguir el objetivo que tienes, ese es el trabajo duro cuando haces lo que te gusta. Hay que tener ganas de mejorar en lo que no eres tan bueno para llegar a ser grande.
MP: ¿Qué es lo que más te impresiona de ti misma?
TC: Creo que nunca me doy por vencida, si no me salen bien las cosas encuentro el por qué e intento hacerlo mejor la próxima vez. Nunca dudo que puedo hacerlo, y esa determinación es lo que me ha llevado a donde estoy.
MP: ¿Cómo es tu relación profesional con tu hermana?
TC: Ella es una pieza clave. Empezamos compitiendo juntas incluso una contra la otra en los primeros años de carrera. Siempre le encantó el automovilismo y vino estudiar a Europa cuando vine a vivir aquí, luego el proyecto creció y ella se dedicó a apoyarme en todo. A veces es difícil porque vivimos juntas y realmente es como si fuera mi mejor amiga tambien. Es mejor que un mánager porque es transparente. A veces sólo con una mirada uno ya se entiende y es muy bonito poder compartir así. Soy muy afortunada de tenerla conmigo.
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