El aumento de la inflación y la tercera ola de contagios por la pandemia aún en desarrollo a nivel mundial, se han combinado para mantener e incluso incrementar la incertidumbre de la economía nacional y la aversión de inversionistas extranjeros al riesgo en el país.
El incremento continuo de la inflación local, la tercera ola de COVID-19 y la incertidumbre sobre las decisiones del Gobierno Federal son los factores en combinación que han resultado en una preocupante salida de capitales extranjeros hacia bonos chinos.
De acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), tan solo en julio, la salida de recursos se aceleró y alcanzó los 67 mil 500 millones de pesos. Pese a esto y a la incertidumbre a causa de las situaciones ya mencionadas, algunos expertos consideran que 2021 no será tan adverso como el año anterior —con el cierre de la economía al inicio de la pandemia— siempre y cuando el país mantenga una nota crediticia de grado de inversión.
Durante los primeros siete meses de este año, indicó Banxico, el mercado de deuda soberana vio salir cerca de unos 202 mil millones de pesos (equivalentes a 10 mil 150 millones de dólares), un monto que ya está muy cerca de los 257 mil millones de pesos que salieron en 2020 hacia otras economías.
El panorama actual es muy distinto al que, a inicio de 2021, algunos expertos habían vaticinado. Tanto Jonathan Fortun, economista del Instituto Internacional de Finanzas, como otros analistas, habían previsto que durante este año el país vería entradas de capital por una acelerada reactivación y rendimientos atractivos, sin embargo, “(la inflación) reduce la tasa real de los bonos del Gobierno y los hace menos atractivos”, dijo Fortun a la agencia informativa Reuters.
El experto en finanzas recordó que en abril pasado la meta oficial de la inflación, marcada en 3 por ciento, se duplicó y, aunque han habido algunos avances positivos al respecto, el porcentaje inflacionario real sigue elevado, lo que disminuye la tasa real de los bonos nacionales y obliga al banco central a subir su tasa clave dos veces seguidas hasta alcanzar el 4.5 por ciento.
Además de lo anterior, apuntaron otros analistas, la recuperación económica del país se ha dificultado por otros factores. La ya disminuida economía mexicana, que se desplomó 8.5 por ciento durante 2020 a causa de las primeras olas de la pandemia por COVID-19, no termina de afianzarse debido a la tercera ola de contagios que está alcanzando cifras récord que ya sobrepasaron el pico de enero pasado.
“(El rebrote) ha incrementado de forma significativa la aversión al riesgo en nuestro país”, afirmó a Reuters Janneth Quiroz, subdirectora de análisis de Monex.
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