POR Rosalba Levy, Socia co-fundadora Levy Holding
Las empresas familiares son un referente en el actual contexto económico del país. En México representan el 90% de las unidades de negocio. (Leyva, J. Febrero, 2022).
Considero que uno de los retos a los que se enfrentan la mayoría de las empresas familiares, y del cual depende el éxito de esta, es precisamente la relación de los familiares fundadores, al cual llamo «el síntoma del fantasma»; reto que, si se logra vencer, podremos asegurar la permanencia y éxito de la empresa.
¿CÓMO VENCER A ESTE «SÍNTOMA FANTASMA»?
Como bien comenté este síntoma o problemática con las relaciones entre los socios familiares fundadores, tiene diversas manifestaciones, desde una deficiente o nula comunicación dentro y fuera de la empresa, la transparencia con la que se conducen en el interior de la empresa y, por último, el ego, que sin lugar a dudas juega un papel crucial.
Acuño este nombre de síntoma: fantasma porque no lo vemos, es decir, no podemos ver el rival a vencer. En ese sentido, considero que algunas de las herramientas que pueden ayudar a vencer estas barreras que se nos estarán presentando en el camino, por principio de cuentas es lograr identificar cuáles son las fortalezas de cada uno de los socios familiares fundadores. Y una vez identificadas hay que reconocerlas con toda humildad y dejando de lado el querer ser mejor que el otro, si no verse como un equipo con mucha intimidad, pues además de ser socios empresarialmente hablando, tienen la ventaja de ser familiares.
Una vez identificadas, hay que definir los roles de cada uno de los socios familiares fundadores, y por supuesto, todos deben de estar de acuerdo con el rol de los demás y el propio. Definidos los roles, creo conveniente realizar y dejar asentado, el proceso de toma de decisiones, así como cualquier otro que se consideren necesarios para tomar acción ante las problemáticas que se presenten en la empresa. Las recomendaciones anteriores, deberán de ir alineadas a los valores y filosofía que los identifican como familia.
Ahora bien, otro tema del cual se tiene que hablar cuando se trata de empresa familiar, es el cómo distinguir cuando estas en término de miembro de familia y cuando en el de empresario. Para lo anterior, es aconsejable que aislemos las cosas personales de la empresa, que tomemos la responsabilidad de cada una de las acciones o circunstancias propias a ellas; claro que algunas situaciones tiraran mayor influencia que otras, pero de uno depende tomar conciencia de eso y saber aislarlas. Por lo mismo, es tener la responsabilidad
ética y moral para tratarse como socios y no como familia.
Este tipo de empresas tienen un ADN muy particular, por lo que las herramientas que he comentado hasta aquí, no se deben de ver como las únicas, sino por el contrario. Y es precisamente el implementar en las empresas familiares un Gobierno Corporativo una de las mejores herramientas para no solo superar la problemática del síndrome del fantasma, sino hasta para potencializar la propia empresa.
Hay cuatro elementos dentro del GC que nos ayudan a cultivar mejores prácticas que enseñan a los miembros a actuar de manera transparente y profesional:
Protocolo de familia
Consejo familiar
Asamblea de accionistas
Consejo de administración
El Gobierno Corporativo, siendo un conjunto de prácticas y controles, cuyo objetivo es llevar una administración clara, equitativa y alineada con los intereses de sus accionistas, de sus terceros legítimamente interesados y de la sociedad misma, deberá servir para mediar, diagnosticar las dificultades que se presenten para así garantizar la transparencia de la empresa.
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