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El juego de emprender

La idea de ser emprendedor se ha romantizado fuertemente en los últimos años, en donde el sueño de ser tu propio jefe, obtener ingresos que otorguen libertad financiera, y en general ser una persona exitosa, ronda de manera pronunciada –principalmente– en redes sociales. Sin embargo, tras estas historias no se muestra la perseverancia, frustraciones y fracasos que hay de fondo.


La Secretaría de Economía reporta que de cada 100 empresas nuevas que se establecen, el 65% de éstas no sobrevivirá más de dos años de operación. Este dato es de fácil comprobación al observar en nuestro entorno como todos los días abren y cierran locales, cambiando de giro, propietarios y esperanzas de consolidar la estabilidad financiera anhelada.

Este artículo busca generar una mayor conciencia sobre los riesgos y retos que están intrínsecos al momento de iniciar un negocio. Se tiene la idea que la principal limitante para emprender es la falta de dinero o recursos, lo cual es falso, ya que existen múltiples formas de obtener recursos (créditos, apoyos gubernamentales, ahorro, inversionistas, entre otros), o bien, se puede planear un emprendimiento por etapas, en donde se prevea un crecimiento escalonado.

Pero, ¿Por qué fracasan las empresas? Este cuestionamiento es abordado frecuentemente en seminarios y talleres orientados a las habilidades directivas, en donde se obtienen respuestas a dicha interrogante tales como: no tener un costeo preciso ni control sobre estos, desconocimiento del mercado, no saber delegar, dependencia de proveedores, desorientación en temas de finanzas y marketing, ausencia de controles, entre una interminable lista. Es curioso observar cómo la mayoría de los factores que usualmente se mencionan son de índole interno, esto es, que pueden ser anticipados y controlados por el director de la organización.

El aprendizaje de la interrogante del ¿Por qué fracasan las empresas? Se centra en entender que «no hay malas empresas, sino malos empresarios», y al mencionar «malos empresarios» se hace alusión a que estos no están preparados para planear, dirigir y evaluar un negocio. Gran cantidad de emprendedores desarrollan sus habilidades directivas de manera empírica, esto es, la curva de aprendizaje se vuelve su principal fuente de formación empresarial. El carecer de habilidades relacionadas a la planeación, integración de equipos, análisis organizacional, procesos de toma de decisiones asertivas, negociación, entre otras, son factores cruciales que minimizan el riesgo de fracaso.

Y entonces ¿Cómo desarrollar habilidades directivas? A través del explorar tu zona de aprendizaje relacionada al mundo de los negocios, lo cual puede ser leyendo una biografía de un empresario o líder que admires, consultando artículos de revistas (Entrepreneur, Forbes, CNN expansión, Merca 2.0, entre bastantes otras), asistiendo a capacitaciones empresariales (cámaras industriales, universidades y organismos de gobierno son una excelente opción), círculos empresariales (networking o BNI, son espacios de convivencia entre empresarios), y en general, consultando toda aquella fuente que te ayude a ampliar tu visión sobre los negocios.

Por otra parte, antes de emprender se debe analizar si existen las condiciones en el entorno que faciliten la dinámica del negocio. Por ejemplo, en este momento se debe considerar los efectos en la inflación que pueden reducir la capacidad de compra de los consumidores, desabastos originados por contra- tiempos en cadenas de suministro globales, e inclusive los niveles de inseguridad que prevalece en las ciudades. Algunos ejercicios –sugeridos– de análisis que debes realizar antes de emprender son:

  • Matriz DOFA que, por su acrónimo de análisis sobre aspectos internos (Debilidades y Fortalezas) y aspectos externos (Oportunidades y Amenazas), te permitirán tener un mayor contexto de donde te encuentras previo a emprender.

  • Matriz CAME que es realizado como una matriz de cruce estratégico entre lo observado en la matriz DOFA, la cual te permite Corregir las debilidades, Afrontar las amenazas, Mantener las fortalezas y Explotar las oportunidades.

  • Análisis PESTEL que, por su acrónimo te permite analizar con mayor detalle aspectos del entorno tales como son los factores Políticos, Económicos, Sociales, Tecnológicos, Ecológicos (sustentables) y Legales.

  • Modelo CANVAS, el cual es un pliego dividido en nueve bloques relacionados con aspectos fundamentales del modelo de negocio, contemplando aspectos del mercado, recursos y capacidades, diferenciación y ámbitos financieros.

  • La espina de Ishikawa o diagrama de causa-efecto te permitirá analizar la relación entre problemáticas de una organización y los efectos que estos conllevan, y una vez que los identificas, podrás definir acciones correctivas al respecto.

  • Árbol de toma de decisiones, el cual es un mapa de los posibles resultados que se anticipan obtener por cada una de las rutas de decisión que se prevean.

  • Mapas de Ruta Tecnológico; son un ejercicio de planeación estratégica tomando como epicentro las innovaciones y aspectos tecnológicos, los cuales deben estar alineados a mercados diferenciados, y las acciones relacionadas a los recursos y capacidades se focalizan en hacer posible el cumplimiento de la ruta tecnológica prevista.

  • Lean manufacturing es un modelo de gestión que se enfoca en minimizar las pérdidas de los sistemas de manufactura al mismo tiempo que maximiza la creación de valor para el cliente final.

La mejor inversión que puedes hacer previo a todo emprendimiento es realizar ejercicios de análisis de diferentes aspectos y factores relacionados a tu proyecto. El recibir orientación por parte de un experto sin duda te ayudará a observar desde otras ópticas cómo hacer más fácil tu ruta de emprendimiento, pero sobre todo: ¡No emprendas, si no estás preparado.

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