LA RECOMPENSA POR EL COMPROMISO A LARGO PLAZO
El modelo «Hombre Clave» garantiza la estabilidad de una compañía ante
accidentes, enfermedad o muerte prematura de sus líderes, y crea un círculo virtuoso
entre el asegurado y la empresa. El modelo no solo garantiza ante accidentes
sino también es esquema de retención para ejecutivos clave a largo plazo.
Conservar el talento y garantizar puestos directivos de largo aliento es el gran reto de las empresas en una dinámica laboral donde la rotación está a la orden del día. Aunque generar
ganancias es el punto prioritario de cualquier empresa, para lograrlo, es importante que sus colaboradores cumplan con un rendimiento óptimo al que se llega solo si la empresa genera estrategias que garanticen la permanencia.
En ese sentido, el dinero es un factor ponderante cuando se trata de reducir el riesgo de fuga. Hay modelos de retención basados en la promesa de una ganancia económica atractiva para altos rangos, uno de ellos es el «Hombre Clave», que se basa en un contrato de bonificación a cambio de un periodo de dedicación profesional.
De acuerdo a la Organización Internacional de Directivos de Capital Humano (DCH), el 37% de las empresas consideran crucial capacitar a su personal para aumentar la productividad
de la compañía, y el 28% busca propiciar entornos colaborativos, con liderazgos
menos jerárquicos.
Estas tendencias, que se imponen sobre el lujo de espacios físicos de trabajo y la salud financiera per se, necesitan de una figura estable y comprometida con la cultura laboral para que se pueda mantener el ritmo en la mejora continua, la permanencia en el
tiempo y el impacto positivo en la planificación estratégica a futuro. De ahí la relevancia de estipular un seguro en una persona que resulte indispensable para la estrategia de la empresa.
«Puede que contrates un seguro de Hombre Clave a 10 años y llegues a un acuerdo con el colaborador por un bono de lealtad al final del plazo. En este sentido, el seguro permite que tanto empresa como colaborador se beneficien », comentó Luis Gutiérrez Aceves, director comercial de una conocida aseguradora a nivel nacional.
El ‘Hombre Clave’ es un seguro adquirido que también sirve de protección ante el fallecimiento o incapacidad de personas esenciales en la organización, cuya ausencia pueda causar desequilibrios importantes, o incluso el cierre de actividades, considerando
que en México, entre 75 y 85% de las empresas son familiares y dirigidas por su fundador. El objetivo es mantener la productividad y continuidad de la empresa, además de garantizar los flujos necesarios para hacer frente a contingencias.
Entre los beneficios que da el modelo «Hombre Clave» también destacan beneficios fiscales (la prima de seguro es deducible al 100%) y la compensación monetaria una vez cumplido
el plazo del seguro, a través de una cláusula de recuperación. Esto permite que, de no haber sido necesario, la empresa recupere parte de la inversión en el seguro creando así un círculo virtuoso, ya que puede invertir ese dinero en la ampliación de su producción, en bonos a colaboradores, papelería o maquinaria.
ASPECTO LEGAL
El Artículo 27, fracción XII, de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, menciona que si se trata de resarcir al contribuyente de la disminución que en su productividad pudiera causar la muerte,
accidente o enfermedad, de técnicos o dirigentes, la deducción de las primas procederá siempre que el seguro se establezca en un plan en el cual se determine el procedimiento para fijar el monto de la prestación, y se satisfagan los plazos y los requisitos que se
fijen en disposiciones de carácter general.
Sin embargo, las especificaciones están marcadas claramente en el artículo 51:
I. Los contratos de seguros serán temporales a un plazo no mayor de veinte años y
de prima nivelada.»
II. El asegurado deberá tener relación de trabajo con la empresa, o ser socio industrial
en el caso de sociedades de personas o en comandita por acciones.
III. El contribuyente deberá reunir la calidad de contratante y beneficiario irrevocable.
IV. En caso de terminación del contrato de seguro, la póliza será rescatada y el contribuyente
acumulará a sus ingresos el importe del rescate en el ejercicio en que esto ocurra.
Para efectos prácticos, las empresas suelen contratar este tipo de seguros a cinco, 10 ó 15 años, ya que prefieren renovarlo una vez que su plazo venza. Su costo depende del historial
médico del colaborador asegurado, así como de su edad, además del tipo de servicios solicitados. El seguro puede proteger a la empresa si el «Hombre Clave» sufre un accidente, cae enfermo o tiene muerte prematura. Si llegara a renunciar a la empresa en el periodo en
el que está asegurado, esta puede pedir el valor de rescate, que se valuará dependiendo
de la antigüedad y la temporalidad de su póliza.
GOBIERNO CORPORATIVO
En México existe muy poca previsión al respecto, tanto a nivel personal como empresarial. De acuerdo a las principales aseguradores, muchos empresarios aún ven el tema de los seguros como «gasto». Dado que no todas las empresas cuentan con un comité o con un modelo
de Gobierno Corporativo, este tipo de seguros refuerza su estructura y ayuda continuar la operación cuando un líder se ve impedido de realizar su trabajo.
Para Luis Gutiérrez, el seguro «Hombre Clave» y el Gobierno Corporativo no son excluyentes entre sí. De existir ambos en una empresa sería la mejor manera de protegerla de los embates que puedan surgir con la ausencia del colaborador que sea asignado con el
seguro.
«Son las empresas que tienen Gobierno Corporativos y Consejos bien establecidos
las que son más abiertas a obtener este tipo de servicios pues saben que es muy conveniente para sus empresas».
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