POR EVERARDO GÓMEZ
Crowdfunding: redes solidarias para financiar tu proyecto. Desde que se popularizó el crowdfunding como plataforma de financiamiento a través de Internet, su dinámica se ha fortalecido; para 2018, su mercado tuvo un valor de 5 mil 249 millones de dólares y se prevé que para el 2022 el valor aumente a más de 10 mil millones. Sorpresivamente, las mujeres son quienes más han obtenido recursos para concretar sus ideas de negocio.
Ante los altos estándares establecidos por las empresas bancarias para acceder al financiamiento o los créditos, las plataformas de crowdfunding encontraron la manera de tender puentes entre las personas al crear una comunidad virtual que se solidariza con las ideas del prójimo.
El crowdfunding ofrece una innovadora forma de obtener recursos económicos a través de Internet, con la cual se pueda echar a andar proyectos de negocio, permitiendo evadir algunos de los principales problemas que enfrentan los emprendedores: el acceso al financiamiento y la desigualdad de oportunidades por género.
En una década, el crowdfunding ha roto paradigmas y ha evidenciado prejuicios que, tras su dinámica digital, reenfoca el sentido de la inversión en la idea, no tanto en la persona. Existen estudios, por ejemplo, que han demostrado que el 80% de las deudas adquiridas por el género femenino son pagadas a tiempo, en comparación con el 60% en el caso del masculino. Por ello, cuando hablamos de crowdfunding, los proyectos planteados por mujeres han tenido mejor recibimiento que los planteados por hombres, por lo que estas plataformas han sido sustanciales para el emprendimiento femenino.
¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA?
Esta forma de obtener financiamiento se volvió posible gracias a plataformas digitales donde
cualquier persona puede subir sus ideas de proyectos y estar en contacto con posibles colaboradores que se sientan identificados con las propuestas, los objetos y las proyecciones que hace el emprendedor. Kickstarter es el ejemplo más tangible de este tipo de iniciativas digitales.
Comenzó su función en 2009 y para enero de 2019 ha repartido más de 4 mil millones de dólares, lo que ha permitido el financiamiento de más de 156 mil proyectos. La empresa se define como una <<Public Benefit Corporation>>, ya que está comprometida con el impacto social de los proyectos que apoyan y no en los ingresos que generen.
Muestra de esto es el impulso a aquellos relacionados con la <<industria naranja>>. Tan sólo los musicales y cinematográficos representan el 39% de los financiamientos. Los juegos de mesa, por otro lado, es la categoría que más recauda.
Otra de las particularidades de este tipo de plataformas es la creación de comunidad online
entre individuos de todo el mundo interesados en el desarrollo de proyectos, lo que les permite conocer mejor el mercado.
Estas plataformas ayudan a fomentar la propuesta única de valor (PUV) que necesita un proyecto para atraer inversionistas, a través de un sentido de exclusividad y pertenencia. Empresas como Hasbro han lanzado proyectos ofreciendo a sus contribuyentes los artículos que va a fabricar como algo que no sólo responde a esa hambre de diferenciación, sino también a un compromiso entre la empresa y los llamados backers (las personas que ofrecen los recursos monetarios), que casi siempre terminan siendo los primeros en obtenerlos.
MUJERES, LAS MÁS EXITOSAS
En julio del 2017, Price Waterhouse Cooper (PwC) y The Crowdfunding Center descubrieron algo revelador: las mujeres obtienen más financiamiento que los hombres en este tipo de emprendimiento.
Analizando más de 450 mil proyectos distribuidos entre las nueve más importantes plataformas, el estudio muestra que los proyectos femeninos tienen 32% más de posibilidades de alcanzar sus metas.
Esto se debe a una mezcla de factores. El primero es que los proyectos femeninos suelen requerir menos financiamiento que los planeados por hombres. Uno de los terrenos en los que las mujeres cuentan con menor presencia es el tecnológico y aún ahí tienen más suerte para lograr financiamiento. Es el sector en el que más dinero se necesita para cumplir con las
proyecciones y sólo uno de cada diez es presentado por mujeres.
Otra de las razones es el lenguaje que se utiliza para plantear los proyectos. Mientras que las mujeres optan por mensajes más cercanos, cálidos y emotivos, los hombres utilizan un lenguaje más comercial, frío y directo. Esto está relacionado también con el aumento en la contratación de mujeres en el sector de ventas.
La conexión que logran tener con el cliente facilita llegar a acuerdos y cerrar tratos.
Aunque los hombres son quienes utilizan más las plataformas, sólo logran que 17% de sus proyectos cumplan los objetivos de financiamiento, frente a un 22% en el caso de las mujeres, por segmento y por país. En Estados Unidos y Reino Unido, los países con más movimiento de este tipo de proyectos, los hombres logran que el 20% de sus proyectos se financien, mientras que en el caso de las mujeres es de 24 y 26% respectivamente.
El éxito de las mujeres en el crowdfunding puede derivarse de las múltiples dificultades que encuentran a la hora de buscar financiamiento. Visto como una solución viable, el crowdfunding abre la puerta a su incorporación al mundo del emprendedor, facilitando activos, información y, quizá lo más importante, una primera base de clientes. Su desarrollo y especialización será algo para mantener a la vista en los próximos años, pues con el aumento del interés en emprender por parte de la sociedad en general, estas plataformas tendrán más participación y relevancia a nivel mundial.
Valentí Acconcia, consultor en Crowdfunding, menciona que este tipo de financiamiento puede definirse como <<colaboración colectiva que consiste en la aportación de recursos económicos por parte de muchas personas para conseguir que se financie un proyecto determinado.>> . Para el también emprendedor, el crowdfunding se puede dividir en cinco diferentes tipos identificables según la naturaleza de las contraprestaciones, es decir, los beneficios que obtiene quien ofrece sus recursos:
Recompensa
Inversión
Préstamo
Donación
Recompensa por donación
El beneficio que ofrecen este tipo de plataformas no queda ahí. El tiempo para echar a andar una empresa puede durar meses. Las solicitudes de préstamos y la búsqueda de inversionistas implica mucho tiempo, mientras que estas campañas duran en promedio 9 semanas. Otro de los problemas que se pueden encontrar es que una mala planeación obligue a l emprendedor a incumplir sus compromisos, ya que a pesar de que se llega a recaudar lo previsto, la proyección de gastos puede escapar a la realidad.
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