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La aventura de heredar la empresa familiar

POR José Mario Rizo Rivas, Socio Director de Salles, Sainz - Grant Thornton, S.C.


La transición de la empresa familiar a una familia empresaria puede ser un proceso tranquilo... si se toman las precauciones debidas.



El perfil del sucesor debe involucrar cohesión familiar y competitividad empresarial, puesto que la comodidad, el equilibrio y la armonía asegurará la permanencia del negocio. Planear la sucesión en una empresa familiar, más que un evento, es un viaje.


Pese a lo anterior, la ausencia del plan de sucesión es un problema habitual y grave en empresas familiares mexicanas. En México, este tipo de compañías representa poco más del 90 por ciento del total de los negocios y, con el tiempo, se debe decidir si serán administradas por la siguiente generación familiar o por alguien externo. De cualquier manera, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sólo 3 de cada 10 empresas familiares logran sobrevivir a la segunda generación.


Para que el negocio familiar sea saludable, se recomienda tener mucho cuidado al seleccionar el momento adecuado para realizar la sucesión: no muy tarde, pero tampoco muy temprano, puesto que el nuevo encargado necesita tener experiencia La mejor opción es una paulatina imposición de deberes y derechos.


Las nuevas generaciones traen ideas distintas, lo cual puede significar una mejora con ello en mente, existen ocho puntos importantes por considerar en la sucesión:


  • Entiende tu plan: Más que un evento, es un viaje. El punto no es heredar una empresa, señalando al más querido, al varón o al primogénito. Más bien se trata de pavimentar un camino donde los más aptos puedan dar pasos firmes para beneficio de la mayoría.

  • No hay recetas de cocina. Adapta el plan de acuerdo a tus necesidades empresariales. El diseño final será tuyo, definiendo el perfil, los procesos de selección, sistemas de remuneración de derechos y obligaciones, así como el desarrollo y evaluación de la gestión.

  • Involucra a la alta dirección en el plan de sucesión. Tendrás que escuchar la opinión de tus directivos de alto nivel, con el propósito de que enriquezcan, legitimen y apoyen tu decisión para lograr el objetivo de la empresa y familia.

  • Pisa suelo firme, tus valores son cimiento. La cultura actual y deseada de la organización, sus valores, y la futura orientación estratégica influirán en el plan de sucesión. Si esa dirección no está clara, defínela antes de seguir.

  • Desarrolla candidatos a sucesor. Más que seleccionar, debes desarrollar. Capacita a los candidatos dentro o fuera de la empresa. Desarrolla sus capacidades para fortalecer su liderazgo y trabajo en equipo.

  • Mantén a todos informados. Todos los miembros de tu organización y familia deben conocer el plan de sucesión. La reputación e integridad del plan no debe ser afectada por el secretismo y la desconfianza.

  • Evalúa aspectos fiscales, legales y patrimoniales de la transmisión. Antes de la sucesión, considera alternativas para la transmisión de acciones y/o propiedades, para minimizar la carga tributaria y tener la seguridad jurídica de que el patrimonio familiar quedará debidamente protegido, conforme a la voluntad del líder.


"La mejor opción es una paulatina

imposición de deberes y derechos"



ELIGE EL MOMENTO DE LA SUCESIÓN

De acuerdo a datos del INEGI, las empresas familiares en México generan un 52 por ciento del PIB y el 78.5 por ciento de los empleos; por ello, necesitan administrarse con responsabilidad, constancia y dedicación, con alguien a cargo que evite la materialización de riesgos innecesarios. Como bien dijo David Fetter (heredero de la empresa brasileña Suzarro, y presidente de su consejo de administración) cuando se dirigió a sus parientes después del fallecimiento de su padre: "Tenemos dos opciones: no hay una decisión correcta o incorrecta, ni una mejor que otra, sólo definitiva. Podemos continuar siendo un negocio familiar de antaño, o convertirnos en una empresa profesional, con una estrategia de mercado fuerte y clara''.


Finalmente, sólo queda reiterar que debemos tomar consciencia de la importancia de las empresas familiares para la economía mexicana, siendo indispensable que sus directivos (familiares y no familiares) conozcan sus características para mejorar resultados y garantizar continuidad. Entender y planear el cambio resultará positivo para todos.












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