Existe un sistema financiero oculto a plena vista de todos, que teje una red internacional con las malas prácticas de empresarios que buscan amasar una fortuna mediante la ilegalidad.
Xulio Guillén |
Miles de millones de dólares, euros, yenes, libras, pesos, francos, y cada una de las 182 tipos de monedas existentes representan hoy una oportunidad para lavar dinero y fortalecer una economía escondida que amenaza la estabilidad mundial.
Explorar el mimetismo entre el dinero, el poder y el secretismo es necesario para entender la dinámica de una economía escondida que cimbra sociedades e individuos, y altera la percepción de la ética y la moral ante la riqueza. Ya sea de metal o de papel, el dinero, por si solo, no tiene ningún valor, ¿por qué entonces su existencia propicia una doble vida?
“Por la ambición. Y es algo que se da en todos los niveles, desde las grandes industrias hasta las pequeñas y medianas empresas, es un fenómeno cultural de no apego a la ley y permea todas las esferas económicas”, dijo Guillermo Cambero Quezada, vicepresidente de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa, en Jalisco.
A la acción de registrar ganancias de un negocio que proviene de la ilegalidad se le conoce como “lavar dinero”. El lavado de dinero o las operaciones con recursos de procedencia ilícita, como lo llama el artículo 400 Bis del Código Penal Federal, consiste en dos grupos de actos; (1) administrar, recibir, depositar, utilizar u; (2) ocultar el origen, ubicación y destino de bienes o derechos de los que se tiene conocimiento que proceden o son producto de un delito.
El término se popularizó en los años 30, con Al Capone y la venta clandestina de alcohol durante la Ley Seca en Estados Unidos. En México, el lavado de dinero tiene un flujo económico de 150 millones de dólares, proveniente de capitales de origen ilícito, según la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
“Lamentablemente el índice de delitos que se cometen en México es muy alto, lo cuál resulta en un flujo de fondos de procedencia ilícita igualmente alto. A pesar de que se han establecido medidas y controles muy eficientes para la prevención de lavado de dinero, en México la procuración de justicia en este tema es muy deficiente”, señaló María José Pérez Gómez, Asociada Senior de Mier Esparza Abogados.
Dado que el dinero sucio no se declara, se especula que la cifra de esta práctica criminal asciende a una cantidad superior a la que genera la industria del acero a nivel internacional: más de 900 mil millones de dólares y posiblemente más de 1.6 trillones de dólares, que representa la industria alimenticia en todo el mundo.
Para lograr esto se necesita una red informal de abogados especializados en contabilidad que sepan aprovecharse de los huecos legales para la evasión fiscal. La diferencia entre el lavado de dinero y el fraude corporativo radica en que este último toma ventaja del error para obtener una ganancia que no corresponde, mientras que el primero busca encubrir el origen del dinero y darle una apariencia lícita a sabiendas que proviene de un delito.
Han transcurrido casi cinco años desde el escándalo de los Panama Papers, que evidenciaron las malas prácticas corporativas a través de los negocios offshore. Más de 214 mil entidades en casi 200 países fueron expuestos a la opinión pública; empresas establecidas, políticos, fundaciones, criminales, deportistas y demás personalidades.
Esto gracias a la investigación encabezada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), a través de 11.5 millones de documentos confidenciales de la firma de abogados panameño Mossack Fonseca, compartidos por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung, que a su vez fueron filtrados por una fuente anónima. En ellos se evidenció el manejo de empresas fantasmas con las que se cerraban negocios en todo el mundo, sin saber la procedencia del dinero ni el pago de impuestos.
“El retraso tecnológico ha entorpecido el rastreo de estas empresas, pues digitalizar archivos con toda la información revelada podría tomar muchísimos años. Y aunque ha habido una mejora ante esto, en México aún no hay responsables como quisiera la sociedad, pero los mecanismos ya están, solo falta profundizar y que lleguen ante jueces que dicten sentencias ejemplares para que las empresas decidan transparentar su actuar”, acotó Cambero.
Vamos a lavar dinero
Ya sea una empresa de taxis o un puesto de hot-dogs, cualquier negocio puede ser útil para aquellos que desean emprender en el lavado de dinero, con base en la transacción de efectivo, divisas o metales preciosos. El objetivo es que las autoridades correspondientes no logren identificar las cantidades de ingreso y su procedencia.
Las ganancias ilegales se mezclan con aquellas obtenidas de manera legítima, así se integra al sistema sin llamar la atención de la Unidad de Inteligencia Financiera, la cual está en funcionamiento en México desde el año 2004.
Estos negocios se integran con cualquier clase de giro (comúnmente gimnasios, talleres mecánicos, consultorías, restaurantes, etcétera). Para su creación no debe exceder el límite especificado por la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, la cual refiere a los 8 mil 25 salarios mínimos o UMA.
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