POR Patricia González Zepeda, Directora Comercial de CompuSoluciones
Entender y apoyar a la madre ejecutiva es combinar los roles de madre y profesionista, y encontrar el equilibrio mientras se desempeña cada uno de ellos, es el reto de muchas mujeres. Hay empresas que son conscientes de esto y saben cómo apoyar a sus colaboradores.
Estás en una de las sesiones de planeación más importantes de la compañía, de cara al nuevo año que se avecina. Estando el comité de dirección en plena sesión, de pronto el presidente de la empresa interrumpe las deliberaciones, y te dice: "Faltan 10 minutos para las dos de la tarde... ya es hora de que vayas a recoger a tus hijos''. Una frase tan sencilla como esa tiene un impacto incalculable para una mamá ejecutiva. Es también una frase que sólo puede ser escuchada cuando una desarrolla su actividad profesional en una empresa que atesora y promueve –empezando por quien la encabeza–, una filosofía de equidad de género, que entiende perfectamente la nueva realidad a la que las mujeres nos enfrentamos cada día, y que demuestra una enorme empatía.
Si esta filosofía no fuera respaldada con procesos y políticas que le dieran el marco necesario, no sería posible lograr ese balance de vida y trabajo. Algunas de las políticas y procesos que se buscan desarrollar principalmente a las mujeres que trabajan y que combinan diversos roles puedan lograr un equilibrio, son:
Crecimiento libre de género: No hay restricción alguna para que las mujeres accedamos a puestos gerenciales o directivos, en función de nuestro estado civil o condición social, sino que esto depende de las capacidades desarrolladas de la persona; una política que se aplica tanto para hombres como para mujeres.
Horarios flexibles: Con ciertos lineamientos incluidos, cada persona puede elegir su horario de entrada, comida y salida. Esto permite que puedas adecuar tu horario a tus necesidades especificas, sin dejar de ser productivo.
Trabajo desde casa: Gracias a ciertos procesos internos que la empresa debió implementar, y también gracias al avance de la tecnología, hoy es posible que ciertos días de la semana podamos desarrollar nuestro trabajo desde nuestro hogar. Esto se obtiene como una prestación, a partir de cierta antigüedad.
Ludoteca: La existencia de un espacio físico al que se pueden traer los hijos por la tarde, donde ellos reciben apoyo para la realización de sus tareas y llevan a cabo otras actividades que complementan su educación. Esto es bueno, ya que, hay poco tiempo para llevar a los niños a clases adicionales.
Seguro de gastos médicos: Nada como saber que podemos tener a lo más valioso, que es nuestra familia, protegida.
Capacitación: La política de capacitación de posgrados, diplomados y maestrías, no tiene ninguna limitación en función del género.
Vacaciones a la medida: Los días de vacaciones que toma cada persona son flexibles: cada quien decide cómo acomodar sus días en el calendario. Algunos decidimos hacerlo en función del calendario escolar, y eso trae grandes beneficios, en términos de convivencia familiar.
Integración de la familia al trabajo: Durante algunas de las actividades que se desarrollan en la compañía, como las comidas de aniversario y la posada anual,. se invita al resto de los miembros de la familia de cada empleado. Esto permite que tu entorno familiar conozca de cerca la compañía en la que te desenvuelves y con quien se convive.
Vivencia de valores: El que las mujeres podamos desarrollar nuestra actividad profesional en un clima de equidad de género y de respeto, te permite no sólo desarrollar mejor tu función, sino que genera un ambiente familiar muy positivo, ya que saben que trabajas en un lugar con un clima laboral muy sano.
Esos 10 minutos antes de las dos de la tarde podrían parecer un lapso muy corto, o quizá irrelevante, en términos de tiempo laboral, pero claramente hacen la diferencia para pasar del equilibrio a la inestabilidad.
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