El impacto de la pandemia en las instituciones bancarias deja en claro, según la CNBV, que la nueva ruta a mediano y largo plazo, tanto para los usuarios actuales, como para quienes aún no cuentan con servicios financieros, será la vía digital.
El impacto de la pandemia por COVID-19 en lo económico y social, mostró señales contundentes durante el primer trimestre del año. Así lo dio a conocer la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en un reporte en el que destaca el cierre de más de 800 sucursales a nivel nacional.
El lado positivo, sin embargo, es que los hábitos de los mexicanos con acceso a servicios bancarios formales han acelerado el proceso de digitalización ante la creciente reticencia de usar efectivo por motivos sanitarios.
Según la CNBV, la cantidad de sucursales de los 50 bancos que operan en México disminuyó 6.7 por ciento entre enero y marzo de este año, con respecto al mismo periodo de 2020. A inicio de 2021 se mantuvieron abiertos 11 mil 912 puntos de contacto, mientras que el año anterior sumaban 12 mil 779.
El riesgo
La actual situación presenta un reto para las instituciones financieras que operan en el país, dado que tenían como meta, a cumplir en 2024, la cobertura total de los municipios, algo que quizá no se pueda lograr.
Debido a lo anterior, y para mitigar una posible escalada en el nivel de exclusión financiera, los grupos bancarios, según indicó la Asociación de Bancos de México (ABM), han optado por abrir corresponsalías mediante alianzas con tiendas de conveniencia y farmacias que tengan presencia donde aún no cuentan con sucursal.
Además de lo anterior, también han apostado por un uso mayor de medios móviles, sin embargo, no en todos los municipios del país hay una cobertura estable de internet.
Los nuevos caminos
En ciudades de mayor tamaño la tendencia sí ha apuntado a una creciente digitalización de las operaciones bancarias.
De acuerdo con cifras de la CNBV, durante el primer trimestre del año se realizaron —vía teléfono móvil— 11 millones 8 mil 885 transacciones más con respecto al mismo periodo de 2020.
El paso de 41 millones 442 mil 531 transacciones el año pasado a 52 millones 451 mil 885 en 2021, representa un incremento del 26.5 por ciento, pero también un cambio en los usuarios que cada vez tienen más confianza en esa opción.
Lo anterior parece reforzarse con el hecho de que el uso de cajeros automáticos disminuyó. Aunque sigue siendo uno de los medios más buscados para la disposición de efectivo, en la comparativa entre el primer trimestre 2020-2021, se realizaron 2 millones de transacciones menos.
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