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Movimiento es vida y vida es movimiento

POR ALEX LEGBA

Entrevista a Francisco Valencia-Valdespino, CEO de Prothesia


«Prothesia nace en 2017 como idea de un proyecto que buscaba ayudar a personas con discapacidad, específicamente infantil, con parálisis cerebral espástica, que causa que los niños no puedan caminar de manera correcta, sus pies necesitan una alineación específica y notamos que los dispositivos del mercado eran costosos y bromosos; había mejores materiales y maneras de hacerlo en el mercado.»


Esa fue la premisa con la que empezamos el proyecto, ya que previo a Prothesia , yo tenía una compañía de impresión 3D, imprimíamos una variedad de dispositivos, que no tenían nada que ver con sector médico. Sin embargo, investigando materiales compatibles con la piel y que tuvieran propiedades mecánicas similares de lo que viene el mercado fue la primera hipótesis para comenzar a trabajar el proyecto y así es como nace, con esa idea. Esto fue a mitad de 2017, los primeros seis meses fueron de mucha investigación, mucho hacer prototipos y leer. En marzo del 2018 fue que entregamos el primer dispositivo a un paciente del teletón, donativo del CRIT, fue un dispositivo que viendo en retrospectiva era bastante complejo para haberlo hecho en una impresora 3D desde cero. Sin embargo, tuvimos siempre la fortuna de asesorarnos con médicos: traumatólogos, fisioterapeutas, protesistas,etc. Entonces todo ese rebote multidisciplinario fue lo que nos hizo lanzar el producto. La siguiente parte fue darnos cuenta de que podíamos replicar eso a más pacientes, sin embargo, nos dimos cuenta de qué cosas necesitamos hacer, y una de esas fue darnos cuenta de que el camino era construyendo herramientas de software para poder escalar la ayuda a muchos más pacientes. Entonces la compañía fue evolucionando hasta lo que somos hoy, que nos dedicamos al software médico al poder agilizar la manufactura y los procesos en las clínicas protésicas.

¿Cuál fue la mentalidad o filosofía que llevó a la creación de Prothesia?

Fue un tema de generosidad y filantropía, siempre escuchaba mentores hablar de no buscar monetizar en el momento en que tuvieras un producto, sino primero probarlo, al hacerlo llegaron montón de personas y recibimos montón de retroalimentación y finalmente iba a ser muy claro el cómo monetizar con el tiempo, esa fue y sigue siendo la filosofía. Seguimos siendo una compañía que, dentro de su visión, dentro de sus valores y su manifiesto, siempre priorizamos la ayuda sobre las ganancias anuales de la compañía y eso se traduce bien sencillo en que hemos hecho donativos, cada vez que podemos ayudar a un paciente de escasos recursos sin nosotros recibir ganancia alguna lo hacemos. Entonces siempre nos damos cuenta de que al final del día se puede traducir en otros beneficios, como que al paciente obviamente le cambias la vida.


Por ejemplo: tenemos una estudiante de la UNAM que tiene un tipo de amputación muy complejo, casi hasta la altura de de la ingle. Una colocación de prótesis ahí es compleja y costosa. Le preguntábamos «¿cómo cambiaría esto tu vida?» y básicamente le haríamos más productivo su día y su semana, es una estudiante destacada. Si bien el gobierno debería encargarse de poner una especie de apoyo, queríamos acelerar su productividad y ahora sus días son mucho más ágiles. Ella se cansa menos, tiene más energía para estudiar, para hacer sus tareas y exámenes. Ahora tiene como propósito personal, dedicar sus estudios de psicología en ayudar a otros pacientes amputados, eso también se alinea con lo que nosotros creemos. Esos son algunos casos que decidimos atender de manera gratuita.


¿Hubo algún momento en específico por el que hayas decidido saltar a la industria médica?

Fíjate que varios familiares, casi todos en mi familia de hecho se dedican a eso y yo soy la oveja negra. Entonces siempre estuve viendo pacientes desde que era niño, vi un montón de generosidad por parte de mi padre. Igual mi mamá, dedicando horas y horas a los pacientes, siempre documentándose, siempre leyendo y siempre teniendo sus conversaciones entre los dos de: «Este paciente se complicó», «Me llegó un paciente así», «Este paciente nos regaló una caja de aguacates porque no tenía cómo pagar» y yo preguntaba sobre estos pacientes, trataba de entender. Fue algo que siempre me llamó la atención.


Simplemente decidí no seguir ese camino. De estar en un consultorio toda mi vida, mejor elegí el software y el internet. Construir un producto con código va a multiplicar este sentimiento, esta experiencia y esta ayuda millones de veces, ya que un consultorio y un escritorio siempre van a estar limitados a un par de manos, es una capacidad extremadamente limitada de apoyo. Entonces esa fue la razón por la que terminé decidiendo dedicar mi vida al tema de salud desde el área tecnológica.

¿Qué dificultades tuvieron que enfrentar para poder posicionarse en el mercado?

Es una buena pregunta, porque sí, definitivamente, igual que en muchas industrias hay clubes, grupos cerrados. Y aquí hay dos maneras de verlo: jugar el mismo juego, o no jugarlo. Algo que he leído a lo largo de este tiempo y que me he dado cuenta es que funciona de manera distinta dependiendo de la geografía. En Estados Unidos hay un poco más de apertura competitiva y económica, es muy común compartir el conocimiento, compartir aliados y demás, mientras en México y Latinoamérica la mentalidad es más cerrada y celosa del conocimiento, entonces depende de donde se planteé esto, pero vamos a hablar, exclusivamente del contexto mexicano y latino.


Hay un médico llamado Michael Marmot que es autor del libro «The Health Gap» donde habla de salud global, este libro es muy bueno, dice: «Sería muy tonto de nuestra parte, como médicos, pensar que todos los problemas de salud global los vamos a resolver solos». Los médicos necesitamos aliarnos con ingenieros, con artistas, biotecnólogos, abogados, académicos, gobierno e iniciativas para poder resolver esto. Al final del día, los problemas de salud global se pueden expresar en tres grandes verticales: problemas de logística, problemas de acceso y financiamiento, y problemas de atención al cliente.


Uno de los mayores dolores que vemos en México, en el área de la salud, es el acceso, tanto suena que hay un desabasto desde la pandemia, cuando en realidad solo reveló y enfatizó muy fuertemente que hay un desabasto por falta de logística, de prevención y de planeación, pero también la atención es muy precaria, la típica historia, de irse a revisar al IMSS, al ISSSTE o algún sistema de salud público y que te van a atender si tienes suerte en un mes o en tres meses o en seis meses. Muchos pacientes que vemos en ese inter tienen diabetes, hipertensión, etc., terminan siendo amputados a veces porque simplemente no se les dio trato veloz ni adecuado y hubo omisiones o negligencias en el tratamiento. Entonces son problemas logísticos al final del día, problemas de planeación, problemas de agenda, problemas de abasto, de personal médico y medicamentos, etcétera.


Luego viene el segundo problema, que es el tema de financiamiento y acceso, por ejemplo, en Prothesia nosotros damos dinero a los pacientes a una tasa bajísima, no con el objetivo de endeudarlos, sino con el objetivo de que caminen lo más pronto posible, porque eso los va a volver a colocar en su empleo y van a recuperar su ánimo de vivir, van a mejorar su psicología, ya que volver a mover las piernas hace que sean felices, hace que sean más inteligentes, porque el córtex del movimiento de piernas y brazos está ligado al córtex frontal que también tiene que ver con el habla. Entonces hay una correlación profunda entre movimiento y cómo nos sentimos durante el día y las habilidades de prolongamiento cognitivo. Hay una avalancha enorme de beneficios por movernos, decía un traumatólogo «movimiento es vida y vida es movimiento». Eso es lo que hemos notado, estas son las tres grandes verticales. Para cerrar la idea, es imposible que un médico resuelva todo esto, primero porque no tienen formación de negocios, de ingeniería o financiera. Entonces ellos corresponden a una parte de estos pilares, pero definitivamente no a todo y es ahí dónde viene la colaboración y la cocreación, este es el momento.

¿Cuál ha sido su oferta de valor para conseguir la preferencia de médicos o rehabilitadores?

Somos muy buenos escuchando, nos tomamos tiempo de escuchar a pacientes y a todo el ecosistema: protesistas, rehabilitadores... también hablamos con endocrinólogos, traumatólogos, inclusive nos salimos un poco de nuestra esfera de prótesis de piernas y brazos, también hemos hablado con protesistas dentales, con endoprotesistas que hacen cirugía de rodilla, inclusive hemos hablado con personas que colocan prótesis de senos y nos damos cuenta de lo mismo una y otra vez. Aquí sería muy fácil para algún empresario o algún emprendedor asumir hipótesis y pensar que probablemente toda la industria está igual, pero a nosotros en Prothesia no nos gusta asumir, nos gusta lo contrario, romper nuestras ideas y desecharlas.


Es muy peligroso casarse con una solución y estar trabajando por meses o años en algo que uno piensa que es lo correcto. Cuando tienes muchas entrevistas y muchas conversaciones, te das cuenta de que hay similitudes, pero si tiene que haber modificaciones a la solución y esto es el clásico dicho que dice «Cásate con el problema nunca con la solución». Entonces tiene mucho que ver la oferta de valor con escuchar y a partir de lo que escuchas, vas haciendo correlaciones y entonces puedes prototipar. Y el protipado es clave para esto, es aprender para entonces poder ir robusteciendo.

¿De recién que incursionaron llegaron a tener problemas para que los pacientes aceptaran su propuesta por encima de las prótesis convencionales?

Tocó educar como siempre, sin embargo, el paciente ya lo tiene que tener bien claro esto; él lo que quiere es caminar, o el familiar del paciente quiere que su hijo, su papá, su abuelo caminen. Si además vas a hacer algo mejor, vas a ser más rápido y vas a explicar mejor, eso ya es una gran oferta de valor y tú ganas mercado. A veces pareciera que ya todo está creado, que ya no hay nada nuevo bajo el sol y que ya no se puede innovar, pero algo tan simple como dar mejor atención, ser más veloces en contestar, educar mejor al paciente, dar mejores precios o mejores planes de financiamiento es todo lo que necesitas para ganar a tus competidores.


Y al final del día el mayor competidor termina siendo uno mismo, yo creo que mueren más compañías por suicidio que por homicidio. Mucha gente vive con el miedo de no lanzar o no hacer algo por miedo a que llegue un competidor, eso casi nunca pasa, más bien preocúpate por que se te acabe la energía a ti, como fundador del negocio, eso pasa antes. La manera de ganar mercado y poder convencer es haciendo un buen trabajo, es haciendo un producto que funcione bien, que sea intuitivo, que si hay dudas del paciente, lo atiendes rápido. En esta ingeniería para cerrar la venta tiene que haber una comunicación extremadamente transparente dentro del equipo de trabajo y hacia fuera como compañía. Y eso es algo que también en Prothesia somos extremadamente enfáticos, siempre hay comunicación.


Yo le digo al equipo que los mejores «prothesians» -así nos llamamos dentro- son aquellos que comunican mejor, aquellos que sobre comunican, que no son lobos solitarios ni se aíslan, colaboran, aquellos que preguntan y que están todo el día aprendiendo algo o preguntando a su compañero cómo pueden hacer mejor su trabajo. Son las personas que les va mejor dentro de la compañía. Y se nota hacia afuera. También se nota cuando hay una buena comunicación interna.

Actualmente se ha normalizado el uso de impresoras 3D y está comenzando a ponerse sobre la mesa el tema de la generación de residuos y sostenibilidad, ¿En Prothesia están haciendo algo respecto a este tema?

Como te decía, desde 2018 ya es poca la impresión 3D que usamos como compañía. Más bien lo que hacemos es tercerizarlo y nosotros dejamos paulatinamente de imprimir para construir herramientas de software para diseñar, ya que es mucho más escalable construir el software de diseño, de procesos y de flujos a que Prothesia esté imprimiendo las partes. Las piezas que se imprimen van de una gama de termoplásticos que todos son reciclables, como cualquier otro plástico, eso lo hemos reciclado cuando son prototipos, y cuando imprimíamos en la oficina teníamos un contenedor de PLA de PET G, de ABS que todos se pueden reciclar, lo separamos por tipo de polímero y eso se recicla de manera convencional.

Hoy, el impacto que tenemos en la huella de carbono es que aproximadamente por cada paciente protetizado que estaba en silla de ruedas o que estaba en muletas y que era extremadamente dependiente del automóvil, se ahorra de media a una tonelada de CO2 anual, ya que ahora pueden caminar o usar bicicleta, ya no son tan dependientes del automóvil como antes. No necesitas a dos personas para mover a un individuo ya que la persona puede desplazarse sola.

¿Qué mejoras planean incorporar en el corto plazo?, ¿Tienen proyectos en mente más allá de de las prótesis?

Sí, los procesos que actualmente tenemos los vamos a hacer todavía más eficientes para los pacientes y las clínicas. Esto va a ser invisible prácticamente, la manera en que lo vamos a hacer es usando modelos de inteligencia artificial para poder hacer más veloces los flujos de trabajo, el llenado del expediente clínico y la generación del dispositivo médico 3D. Vamos a hacer que el error disminuya y que la velocidad sea mayor, básicamente, vamos a poder eliminar 70% del error humano con inteligencia artificial.


Es la misma premisa de los autos autónomos, no manejan con una calificación de 100 sobre 100, manejan con un 85 sobre 100 y un ser humano con un 82 sobre 100, es decir, no son perfectos, pero si superan ya al ser humano. Y eso, eso es lo mínimo indispensable para que ya sea un producto que el mercado puede comenzar a usar. Puedes utilizar el proceso humano si lo hace igual o un poquito mejor, no tiene que ser perfecto, yo creo que para la perfección todavía nos falta unos años, en lo que los modelos matemáticos mejoran, pero lo que hoy podemos hacer es que definitivamente hará más eficientes los procesos para todas las áreas, hasta la de atención al cliente. Nosotros, por ejemplo, las preguntas que nos mandan los pacientes son las mismas, ya casi nadie hace una pregunta distinta, un chatbot conversacional nos ayuda a poner nuestra atención en problemas más importantes.

En este tiempo que llevan, ¿Ha llegado a ver algún caso que te haya impactado a nivel emocional respecto a un paciente que haya utilizado las prótesis de Prothesia?

Esta el caso de la estudiante de la UNAM, por ejemplo. También tenemos otro caso de un oficial de policía que tuvo un accidente laboral. Sorprendente por muchas partes primero, porque la policía no le financió, no le dio pensiones, no le estaban pagando, volvió al trabajo, no le dan días, no le permiten ir a la consulta. Recibió mucho bullying en el trabajo por parte de sus compañeros, unos burlándose de su discapacidad, otros apoyando, claro.


Ocurrió en un momento en donde estaba naciendo su segunda hija. Es un oficial muy joven y la prótesis le vino muy bien porque pudo volver al trabajo y sostener a su familia. Lo ayudamos y de hecho hasta lo entrevistamos porque nos contaba qué era lo que más le agradaba de su trabajo: cómo una vez trabajando, un ladrón que robó a una persona en la calle estuvo ahí, forcejeando en el suelo con la pistola. Se veía que era una persona que amaba lo que hacía, que había puesto su vida en riesgo por los demás, por la ciudadanía, y que luego, a la hora de que en su trabajo el pierde, no recibió la atención adecuada por parte de su empleador hasta que llegó a Prothesia. Y nosotros hicimos lo todo lo posible. Es la persona que más tiempo le hemos dado para que nos pague, sin embargo, pues nos damos cuenta de que es admirable el trabajo de alguien y que, si podemos ayudar, lo vamos a hacer. Hay varias historias la verdad que hay diferentes casos de pacientes también personas son atletas paralímpicos, jefes de casa, señores que tienen hijas adolescentes y con la prótesis pueden volver a su trabajo. Entonces, hay varias historias muy lindas, la verdad.

A nivel personal ¿Qué te ha enseñado Prothesia en todo este tiempo?

Varias cosas, creo que la más importante ha sido la resiliencia y a cuidarme a mí mismo, a cuidar mi cuerpo y mi mente, cuidar desde que consumo con mis ojos hasta que consumo de alimentos y dónde están mis pensamientos. Si como líder no estoy bien no puedo liderar una compañía ni a otras personas para que lleguemos a nuestros objetivos. Tuve un cambio en mi estilo de vida, sobre todo en tiempos de pandemia, donde era muy difícil estar con buen ánimo, de repente había muchos altibajos emocionales, la empresa casi quiebra y no teníamos accesos a clientes. Todo estaba detenido y toda la economía parada, ha sido una readaptación y reaprendizaje.


Evidentemente, si el cuerpo se pone en una situación de estrés continuo y siente que está bajo ataque es una similitud a cuando el cuerpo ayuna. El cuerpo humano está hecho para soportar muchos días sin alimento, está hecho también para hacer mucho ejercicio, para hacer un montón de movimiento, de hecho, estas dos cosas están correlacionadas con la longevidad humana. Un cuerpo envejece menos si produce más antioxidantes, si hace ejercicio, si ayuna, pero también si el cuerpo siente que no está en una situación cómoda fisiológicamente evoluciona y envejece mejor. Así que hoy, voluntariamente, busco ponerme en situaciones incómodas cada cierto tiempo, porque es en la incomodidad donde el cuerpo y mente crecen. Este cambio de pensamiento ha costado un montón de disciplina, cuidarme en lo que como y en el ejercicio, con quién paso tiempo, con quién tengo conversaciones, quiénes son mis mentores, cuidar quién es mi círculo influye profundamente en todos tus pensamientos. Ese ha sido el reto más grande, pero esto no solo son beneficios a Prothesia, son beneficios también para mi familia y para mis amigos.

Tu contribución al mundo de las prótesis y de la medicina te ha convertido en una gente de cambio. ¿Cómo te sientes tú con este título?

Siento que estoy transicionando a eso. La verdad agradezco mucho siempre que Prothesia gana un reconocimiento. Sin embargo, es como una palmada en la espalda diciendo «Vas bien», «Estás haciendo lo que deberías hacer», «Esto es lo que se espera que hagas». Para mí aún quedan décadas de trabajo todavía. Y esto es una afirmación nada más.


Obviamente nos anima, nos pone muy contentos y con mucho gusto lo recibimos, pero también siendo bien conscientes que esto apenas comienza y que queremos multiplicar por cientos o miles este apoyo. Mostrar que desde México puede llegar una solución global a los problemas más grandes de salud con logística, financiamiento y buena atención al paciente.

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