La inversión es nuestra mejor defensa contra la asesina silenciosa llamada INFLACIÓN, monstruito que va erosionando el valor del patrimonio financiero, que tanto tiempo y esfuerzo nos ha costado crear a lo largo de nuestra vida, sin que nos demos cuenta.
¿POR QUÉ LA INFLACIÓN SE COME NUESTRO AHORRO DE FORMA SILENCIOSA?
Las subidas de precios se comen la capacidad de gasto, pero también hacen que los ahorros pierdan poder adquisitivo. Al igual que las termitas, que poco a poco van carcomiendo el interior de la madera, así la inflación va erosionando el valor del patrimonio financiero sin que nos demos cuenta.
VALE, TODO ESTO ESTÁ MUY BIEN, PERO… ¿QUÉ PROBLEMAS ME ENCUENTRO A LA HORA DE INVERTIR Y CUÁL ES LA MEJOR ALTERNATIVA SI NO ENTIENDO DE ECONOMÍA, MERCADOS…Y TODO ESTO ME SUENA A CHINO?
En la actualidad, el inversor minorista se encuentra en un escenario de inversión complejo, pues al decidir sus inversiones tiene que afrontar, entre otras, las siguientes eventualidades:
• Riesgo de seguridad jurídica: Las inversiones hoy en día son globales y las legislaciones de los países son cambiantes. Difícilmente el inversor puede conocer toda la oferta existente y, mucho menos, la legislación y tributación de cada producto.
• Diversificación: El riesgo de los activos se reduce a medida que se incorporan títulos a la cartera. El inversor minorista no suele tener volúmenes suficientes y, por tanto, pocas veces podrá diversificar sus inversiones de forma adecuada.
• Riesgos difícilmente valorables de los activos y/o mercados: Uno de los elementos fundamentales al tomar decisiones de inversión es el conocimiento de los riesgos implícitos tanto en los productos como de los mercados en los que invierte, por lo que la experiencia unido a la información profunda y el uso de herramientas para el seguimiento y valoración de esos riesgos es crítico.
• Rentabilidad: El acceso a retornos por encima de la tasa libre de riesgo, de forma controlada, puede resultar compleja para inversores individuales.
• Liquidez: En muchas inversiones está condicionada a cumplir ciertos plazos, que no suelen coincidir con el horizonte temporal de los inversores minoristas. Además existen mercados poco profundos que son, generalmente, muy poco líquidos.
¿POR QUÉ EMPEZAR EN ESTE APASIONANTE MUNDO DE LA INVERSIÓN… CON FONDOS DE INVERSIÓN?
El desarrollo de la inversión colectiva (IC), ha permitido superar estas dificultades, ofreciendo a los inversores minoristas las siguientes ventajas:
1. Tú mismo, puedes acceder a una cartera de valores amplia a la que no tendrías acceso de forma individual, aumentando así tus posibilidades de diversificar los riesgos que tendrías si invirtieras en un solo producto.
2. Las decisiones de inversión en las ICC (Instituciones de Inversión Colectiva) son tomadas por un equipo de gestores profesionales, con dedicación plena; la formación y herramientas adecuadas para realizar las mejores inversiones posibles, teniendo en cuenta la coyuntura de los mercados, escogiendo cada uno de los activos que componen el fondo mediante un análisis técnico y fundamental, con gran criterio financiero.
3. Mayores cantidades de dinero gestionadas pueden generar mayores rentabilidades y conllevar menores costes de transacción.
4. La seguridad que nos da la existencia de organismos oficiales y auditores que vigilan y supervisan los mercados y la actividad de cuantos intervienen en la misma, así como del buen funcionamiento y cumplimiento de todas las normativas vigentes en la bolsa.
5. La gran variedad y oferta de alternativas. Podemos escoger entre un universo de fondos de inversión, financieros y no financieros, de todos los tipos y colores. Esto es como entrar a una tienda y escoger un «zapato» a nuestra medida. Para ello solo necesitamos saber el objetivo, horizonte temporal que podemos dejar trabajando nuestro ahorro, necesidades de liquidez que podemos tener, y nuestro perfil como inversor. Hay medidas y alternativas para todo tipo de perfiles de riesgo, importes, objetivos y edades.
Por otro lado, existen test de conveniencia e idoneidad en las entidades financieras, con preguntas sobre nuestra formación, experiencia, conocimientos sobre los productos financieros y mercados, comportamientos ante las mismas y demás, en los que en función de nuestras respuestas, nos ayuda a definir nuestro perfil de inversión, pudiendo obtener la medida exacta de nuestro «pie» y así escoger el fondo más adaptado, desde un perfil de lo más conservador, a lo más amante al riesgo.
Seguro más de una vez hemos escuchado el sabio consejo de nuestros abuelitos de no poner todos los huevos en la misma canasta, ¿Verdad? Pues de eso va exactamente este tipo de inversiones colectivas. A diferencia de invertir en un valor o acción en sí, un fondo de inversión es una cesta compuesta de múltiples activos, siendo cada uno analizado de forma exhaustiva por expertos analistas.
Del mismo modo que una cartera de inversión es una cesta compuesta de diversos fondos de inversión, siendo más variado aún. Cuanto más diversificados estemos, más protegido tendremos nuestro ahorro trabajando para generar una rentabilidad de forma más equilibrada.
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