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Nueva normalidad laboral

Debido a que cada vez es más seguro estar en oficinas compartidas los jefes están pidiendo, o en muchos casos exigiendo, que los empleados vuelvan al trabajo presencial. Al mismo tiempo, muchas compañías quieren hacer el trabajo remoto algo permanente.




Los empleados cada vez exigen más opciones de trabajo remoto o híbrido, y los jefes tienen algunas preocupaciones por las que han dado respuestas negativas a estas peticiones. Sin embargo, el horario tradicional de 9 a 6 cada día es menos recomendado si es que una compañía quiere prevalecer en el futuro y mientras más pronto se den cuenta de esto, más éxito tendrán.


Aquellos que no están en puestos gerenciales valoran más el trabajo remoto, lo que tiene sentido, pues para los gerentes es más complicado tener interacciones y hacer observaciones ya que necesitan desarrollar otro tipo de herramientas que beneficien el sistema remoto.


Elon Musk, por ejemplo, argumenta que si en su empresa no estuvieran los empleados de forma física, no podría motivarlos y mostrarles el ejemplo para que SpaceX siga siendo un éxito. Esto es algo que muchos líderes piensan y les preocupa cómo incentivar a sus empleados de forma remota.


Aunque el volver a la oficina le permite a los gerentes retomar las actividades como antes de la pandemia en un intento de “volver a la normalidad”, la realidad es que este sistema ahora aumenta la insatisfacción de los empleados, puesto que ya han vivido trabajando de forma remota y la mayoría prefieren este sistema. Esta insatisfacción puede reducir la eficiencia de trabajo y la retención de personal.


Además de que se exagera la demanda de trabajo remoto como única opción. Muchos empleados valoran la flexibilidad de horarios tanto o más que el trabajo 100% remoto. La mayoría de los empleados están satisfechos con asistir a la oficina en tiempo que se adapte a su vida personal al igual que con poder trabajar de forma remota.


En la mayoría de los casos de horarios flexibles los empleados realizan trabajos desde casa, pero siguen teniendo las interacciones personales que los gerentes aprecian. De la misma forma, los empleados valoran el poder trabajar 3 días desde casa casi tanto como valorarían 4 días remotos.


Es evidente que la satisfacción laboral crece cuando los empleados tienen opciones no tradicionales, la mayoría prefieren el trabajo híbrido, que permite cubrir los requisitos tanto de los empleados como de los gerentes.


Debido a la pandemia hemos presenciado numerosos ejemplos de empresas en las que los empleados son más productivos cuando no trabajan en la oficina, al contrario de lo que los gerentes temen.


A pesar de que de forma híbrida o remota es más complicado monitorear a los empleados, las métricas que se utilizaban en los monitoreos están quedando obsoletas y los gerentes deben actualizar estas medidas para garantizar que sus empleados estén dando el mejor rendimiento posible.


Una de las desventajas del trabajo remoto es la falta de conexión entre compañeros y falta de organización. Esto puede ser un riesgo para la eficiencia de los proyectos. Al mismo tiempo, la inflexibilidad de los gerentes hacia los horarios laborales es un riesgo igual de peligroso que puede ocasionar los mismos efectos.


Es claro que aprender nuevas formas de liderar y coordinar requiere de tiempo, esfuerzo y puede generar inseguridad, pero ignorar la realidad que enfrentamos y la demanda en el mercado laboral puede tener efectos aún más negativos.


Así como la tecnología avanzó considerablemente debido a la pandemia, lo hizo de la misma forma el trabajo, y es importante adaptarse si se busca sobrevivir y triunfar en esta nueva normalidad.


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