Rotamundos, empresa enfocada en el turismo consciente que tiene apenas un año de operaciones, fue elegida por la Organización Mundial de Turismo, entre más de 900 propuestas a nivel mundial, como finalista de una convocatoria que busca promover los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030.
Enfocada en la construcción y promoción del turismo consciente que valore la cultura, el patrimonio y la naturaleza, además de incentivar la economía local, mientras se cuidan los medios naturales de las regiones visitadas, la startup mexicana Rotamundos llamó la atención de la Organización Mundial de Turismo (OMT).
Concebida desde 2016, pero con operaciones apenas desde 2020, la empresa que tiene base en Puebla y fue fundada por Javier Cárdenas Ibarra, contribuye a mejorar las habilidades en gestión social con enfoque en el desarrollo local, la economía circular, la ética, los derechos humanos, la igualdad de género y la gestión de la huella ambiental, por lo que la OMT la seleccionó como una de las compañías que, a nivel mundial, resultan clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para 2030.
Rotamundos —que busca la sustentabilidad como diferenciador integral— ha generado más de 250 empleos para pequeñas empresas locales, capacitado a más de 500 hoteleros, afiliado y digitalizado a más de 400 hoteles en cinco naciones latinoamericanas: México, Colombia, Ecuador, Perú y Costa Rica.
En su página web, la startup indica: “Un Rotamundos es consciente que ahora más que nunca, es tiempo de que juntos construyamos una mejor manera de viajar, más amable, más sustentable, más humana”.
En abril de este año la OMT lanzó la convocatoria para una estrategia que apuesta por la digitalización del sector turístico y el desarrollo sostenible y fue ahí que la startup poblana destacó entre más de 900 candidaturas provenientes de poco más de un centenar de países, y se coló en la lista de 20 finalistas.
La organización, durante 4 meses, buscó a las empresas más innovadoras, a aquellas que llevasen a las regiones beneficiadas el desarrollo económico que ayude a las familias locales, favorezcan la sostenibilidad y permitan crear un entorno confiable para la creación de empleos.
Lo anterior resulta importante ya que, de acuerdo con datos de la misma OMT, el 80 por ciento de las personas en pobreza extrema viven en comunidades rurales. Además, se estima que para 2050, el 68 por ciento de la población mundial vivirá en áreas urbanas y las ciudades producirán el 85 por ciento de la producción económica mundial. Así, es necesario que se atiendan a las poblaciones que viven fuera de los espacios urbanos.
La OMT, de acuerdo con su página web: “Alienta la aplicación del Código Ético Mundial para el Turismo, con el fin de maximizar la contribución socioeconómica del turismo y minimizar a la vez los posibles impactos negativos que pudiera tener”.
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