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Podando las raíces

POR José Mora Ocaranza, Director General de Heranza Consultores


Para que una planta continúe creciendo, a veces es necesario recortar sus raíces. Paralelamente, desarrollar una misión y visión simples resulta un factor indispensable para construir el éxito de la empresa.



Hablar de simplicidad puede parecer un contrasentido, cuando queremos gestionar una práctica empresarial para que sea más profesional. Sin embargo, es cada vez más necesario establecer un plan estratégico que contenga mayores elementos de desarrollo propio, y que a la par cumpla con la principal premisa potenciadora: que sea sencillo.


Cuando determinemos la misión y la visión que caracterizarán a un plan estratégico, debemos procurar, como premisa principal, que ambas sean redactadas de acuerdo con los principios de simplicidad. Si partimos de la idea medular de que la misión contempla un enunciado que expresa la razón de ser de una organización, y que la visión concibe las líneas de construcción de una realidad futura, podemos resumir estos principios en los siguientes puntos:


MISIÓN:

Cuando se elabora la misión, un enunciado ampuloso y lleno de clichés sólo delata que la compañía no sabe cuál es su verdadero propósito. Por lo tanto, para estructurar una buena misión empresarial, será necesario:

  • Evitar la retórica.

  • Omitir los enunciados intercambiables.

  • Explicar con claridad los objetivos alcanzables.

  • Resaltar la propuesta de valor de la empresa.

  • Establecer clara y precisamente, su razón de ser, de acuerdo a la naturaleza de la organización.


Por último, la misión no se obtiene del consenso de la organización, sino que se permea hacia la misma, y su gestión es responsabilidad de los dueños. Tomemos el supuesto caso de una compañía dedicada a los desarrollos inmobiliarios, y establezcamos una comparativa del desarrollo de su misión.


Ejemplo de una misión genérica: «Ser conocidos y reconocidos por nuestro liderazgo, a través de nuestra pasión por los altos estándares, nuestro respeto por la diversidad y nuestro compromiso para crear oportunidades excepcionales para el crecimiento personal, para que nuestros socios y empleados puedan alcanzar sus más altas aspiraciones.»


Como se notará, esta misión podría aplicarse a cualquier empresa, y no se percibe ninguna fuerza conductora o motivacional, al carecer de enfoque y precisión en sus postulados. En cambio, una misión simple manifiesta con claridad y precisión el objetivo de la organización, destacando su propuesta de valor frente a otras empresas: «Ofrecer vivienda digna y de calidad, en un negocio rentable para los accionistas y satisfactorio para quienes colaboran en él».


Aquí un par de ejemplos más:

Facebook: "Darle a la gente el poder de compartir y hacer el mundo más abierto y conectado".

Google: "Organizar la información del mundo y hacerla universalmente accesible y útil".


Estos enunciados reflejan con mayor precisión y transparencia la posición de la empresa con relación a su propósito de ser. Al ser concisa y fácil de aprender, se permea más fácilmente en todos los niveles de la organización.


VISIÓN:

Al igual que en la misión, la visión debe regirse por ciertas pautas, que garanticen que ésta sea:

  • Formulada para los líderes y consensuada entre ellos

  • Establecida bajo una dimensión del tiempo

  • Integradora

  • Amplia y detallada

  • Positiva y alentadora

  • Realista y posible

  • Consistente

  • Difundida interna y externamente


Retomando el caso de una compañía dedicada a los desarrollos inmobiliarios, establezcamos una comparativa del desarrollo de su visión:


Ejemplo de una visión genérica: «Ser reconocidos como el líder del sector, posicionándonos como la mejor opción disponible para el mercado, alcanzando estándares de calidad que permitan diferenciarnos de la competencia».


Esta visión no expone de manera concisa sus metas a largo plazo. De hecho, se desvía en generalidades que parecen referir a su misión; es decir, a su propósito de ser.


Bajo los principios de simplicidad, esta visión podría expresarse de la siguiente manera: «Pretendemos ubicarnos como los constructores de vivienda media con mayores y mejores opciones en cuanto a ubicación, espacios y calidad de terminados en el occidente del país.»


Con los ejemplos anteriores, sólo pretendemos esbozar algunas pautas útiles para afinar nuestro enfoque en términos de planeación estratégica, con contenidos más precisos y mejor dirigidos, que nos ayudarán a implementar con éxito el concepto de 'simplicidad de la estrategia' en nuestros negocios.


Trout, J., & Rickin, S. (1998). The power of simplicity. New York: McGraw-Hill.

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