Uno de los creadores de la plataforma de educación en línea compartió en sus redes sociales algunas ideas sobre las acciones de startups para empleados y la manera en que pueden convertirse en un medio para generar mayores recursos económicos.
Freddy Vega, CEO y cofundador de Platzi, compartió en sus redes sociales el funcionamiento y sus opiniones sobre las stock options para empleados, es decir, la opción de adquirir acciones de la compañía en la que trabajan a un precio simbólico.
“En una salida a la Bolsa o venta de la empresa te podrías volver millonaria”, dijo el cocreador de la plataforma latinoamericana de educación en línea que inició en 2014 junto con el informático de origen guatemalteco, Christian Van Der Henst.
Vega, ingeniero colombiano, explicó así el funcionamiento de las acciones de startups:
Las compañías privadas solo pueden vender acciones a inversionistas acreditados, ya sean individuos o fondos de inversión, o a sus empleados. El porcentaje de acciones reservado para estos últimos se llama option pool y el precio de estas se define mediante un 409A, es decir, un estudio externo que determina un valor considerado justo para cada acción.
La ventaja de los empleados, dijo, es que pueden comprar esas acciones a un valor menor al de mercado, que es el que pagaría un inversionista.
Por ejemplo, si un empleado recibe 10 mil stock options a un dólar por acción, pagaría 10 mil dólares por ellas.
Si la empresa crece y levanta inversión, el valor de mercado de las acciones se incrementa, algo que sería una gran ventaja para el empleado que pagó según el 409A. Por ejemplo, si luego de una ronda de inversión las acciones de la compañía suben a 20 dólares cada una, se habrá dado una ganancia de 19 dólares por cada acción adquirida.
Sin embargo, aclaró Vega, las stock option no se pueden comprar inmediatamente, la regla es que el empleado debe pasar primero un periodo trabajando en la empresa, algo que se llama vesting. Lo explicó así:
“Ganas el 25 por ciento del derecho de comprar tus acciones el primer año en la compañía. Y cada año tienes otro 25 por ciento. El primer año se llama cliff. Y los cuatro años son vesting”.
Si el empleado de la startup lo desea, puede vender sus acciones en los llamados “eventos de liquidez, es decir, cuando la compañía sale a la Bolsa de Valores, cuando es adquirida por otra empresa o cuando en una Serie A, B o C un nuevo inversionista las quiera adquirir, sin embargo, en la tercera opción es necesaria la aprobación del consejo de la startup.
El riesgo, advirtió, es que el negocio se vaya a la quiebra, con lo que las acciones perderían su valor. Sin embargo, dijo, es mejor correr ese riesgo a ni siquiera tener la posibilidad de las stock options.
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